«Educando en Familia. Caminamos en Esperanza». Lema pastoral del curso 2024-2025

”Estad siempre alegres en el Señor” con estas palabras San Pablo nos invita a vivir nuestra vocación de discípulos con alegría. Un cristiano que no vive alegre ha perdido su identidad y ha dejado de mirar a Jesucristo, que es para nosotros el inicio y la meta de nuestra vida y de nuestras acciones.

Siguiendo esta invitación del apóstol San Pablo y después de haber vivido estos 25 años después del gran Jubileo del 2000, el papa Francisco ha convocado un año Jubilar que comenzará el próximo 24 de diciembre de 2024 y que concluirá el 6 de enero del 2026. El propósito de este año santo Jubilar es mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras. El próximo Jubileo puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Todo esto será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños vivir de manera humanamente digna.

Por esta razón el papa ha elegido como lema para el año jubilar “Peregrinos de esperanza”.

Uniéndonos a este gran acontecimiento eclesial, la familia de la Fundación Diocesana de Enseñanza Santa María de la Victoria queremos centrar toda la actividad pastoral de este curso 2024-2025 en la preparación y celebración del Año Jubilar 2025 y para ello el lema que planteamos para este curso será “Educando en Familia, Caminamos en Esperanza”.

Lo importante de ser caminantes es que no vamos solos, siempre hay algún compañero o compañera de caminos. Caminamos como Iglesia, todos juntos, sinodalmente. Y manteniendo nuestra esperanza en Jesús, que ha salido a nuestro encuentro para hacernos hombres y mujeres felices.

Nos ponemos en camino y qué mejor manera que hacerlo por medio de un “Trivial Jubilar”. El cartel que este año nos muestra nuestro lema pastoral es un trivial que mes a mes iremos recorriendo todos juntos.

Nuestra casilla de inicio es Jesucristo, desde Él iniciamos este camino,Él es el primero en todo. Pero a la vez es nuestra meta, Él es la conclusión de todo lo que hacemos y hacia dónde nos dirigimos.

Durante los primeros meses nos iremos preparando para vivir el Jubileo por eso las primeras casillas son de preparación.

Durante el mes de septiembre nos pondremos en búsqueda para comprender mejor toda esta experiencia que vamos a vivir, porque como nos dijo Jesús “el que busca encuentra”.
El mes de octubre lo viviremos en clave de oración, el papa Francisco nos ha pedido que recemos con fuerza por el Jubileo 2025, es el mes de la oración y de la misión, dos cosas que no pueden ir separadas, sino siempre unidas.
Durante noviembre tomaremos la ayuda de los santos que nos guiarán a ponernos en clave jubilar, este año será San Felipe Neri, el santo de la alegría, el que estará muy presente en nuestra pastoral.
Durante el mes de diciembre estaremos a la espera, Jesús se acerca para abrir la Puerta Santa y para darnos paso para iniciar el Jubileo 2025.
El 24 de diciembre se abrirá la Puerta Santa, que es uno de los signos del Jubileo. La Puerta nos recuerda a Jesús, que es la puerta por la que nos viene la salvación, la felicidad. En el tablero jubilar tenemos la puerta y el logo del Jubileo, que nos indica que ya estamos jugando de lleno la partida y que Dios nos invita a jugarla con alegría.
Para nosotros se nos ha abierto una puerta y todos tenemos que pasar por ella, pero, para eso tenemos que ser hombres y mujeres de paz. Este tiempo que nos toca vivir está marcado por grandes conflictos bélicos. El Papa Francisco ha convocado el Jubileo con la intención de buscar la reconciliación y la fraternidad de toda la humanidad. Todos debemos trabajar por La Paz. Por ese motivo la casilla de enero tiene como finalidad el trabajo por La Paz en nuestros ambientes cercanos y nuestro compromiso de oración por La Paz mundial.
No se nos puede olvidar que Jesús tuvo como preferidos a los pobres y a los sencillos, sintió gran amor por ellos. Durante el mes de febrero debemos descubrir el rostro de Jesús en los más necesitados, compartiendo con ellos nuestro tiempo, nuestros recursos, nuestro cariño. Jesús nos habla de indulgencia, de acoger, perdonar, curar, cuidar la vida del otro con cariño y fraternidad.
Llega la Cuaresma, durante el mes de marzo Dios nos habla del amor que nos tiene que es más fuerte que nuestros pecados, Dios quiere nuestra conversión, que no es otra cosa que volvamos a Él. Este tiempo Jubilar es un tiempo en el que Dios perdona nuestros errores, nuestras deudas y nos reconcilia con los que nos han hecho un mal o se los hemos hecho nosotros. Jesús entregando su vida por nosotros nos hace una llamada a vivir la fraternidad y La Paz universal.
El centro de nuestra fe es la entrega de Jesús, su pasión, muerte, resurrección. Anunciamos su muerte y resurrección haciendo una profesión de fe. Jesús es nuestra esperanza y la causa de nuestra alegría. Durante el mes de abril fijamos nuestra mirada en Jesús y celebraremos la gran fiesta de la Resurrección.
En mayo la Virgen María, que a lo largo del curso pasado peregrinó por nuestros centros, nos invita a caminar, a ser peregrinos y lo hacemos con toda la Iglesia. María es la Madre de la Iglesia, ella peregrina con nosotros, cogiéndonos de la mano y siendo para nosotros madre de nuestra esperanza.
Parece que todo va a terminar, que llega el final del curso, pero no es así. El Santo Padre, el papa Francisco nos anima a no perder el ritmo, aún nos queda mucho camino por recorrer, mucho juego que jugar. Él que es el sucesor de San Pedro nos recuerda que unidos y apoyándonos los unos en los otros, podemos llegar a la meta.